Ola tras ola, mordisco a mordisco, el mar va devorando la tierra. Nosotros seguimos atacándolo, y despojándolo de los pocos tesoros que guarda. Todo surgió de él, y ahora quiere cobrárselo.
Muere el día en la playa del Trabucador, en el Delta del Ebro.
martes, 7 de diciembre de 2010
Hilos suspendidos
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