Lo primero que hace el visitante de la Sagrada Familia tras cruzar la puerta es notar la inmensidad del espacio en el interior de la nave y buscar el final mirando hacia arriba, encontrándose con esta joya de la arquitectura gaudiniana.
Las columnas se convierten en árboles, y las bóvedas en hojas, y las luces son como los rayos de sol que se cuelan entre la espesura del follaje del bosque. Y a pesar de la modernidad, sigue siendo evidente la tradicional planta en forma de cruz.
lunes, 17 de enero de 2011
La cruz
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Simplemente grandiosa, Santi. ¿Esta es una de las panos que mencionabas?
ResponderEliminarLo dicho, grandiosa la basílica y la foto.
Sí, es una de las panorámicas, pero se me quedó corta (fui más despacio de lo normal).
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