No me gusta esta afición que tienen mucha gente adinerada de exponer en las paredes de sus salones los trofeos de caza, y menos aún los retoques que hacen los taxidermistas para darles una expresión más fiera, como para querer justificar el disparo del cazador.
Siempre me han parecido cementerios las paredes con esos "adornos".
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