Ya sabemos que la energía no se crea ni se destruye, sino que se transforma. Cuando llueve se devuelve al sistema gran parte de la energía que se utilizó para llevar el agua a las nubes. La otra parte de la energía se devuelve en el descenso del agua hasta el mar.
A todo el que vea esta foto le gustará, porque es buena. Pero supongo que me habrás oído decir más de una vez que, a mi, llevando la contraria a la mayoría, las aguas me gustan un poco menos 'sedosas'.
ResponderEliminarPues ésta está poco sedosa. Sin filtro no pude alargar la exposición más de las 8 décimas de segundo.
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