En la casa del ermitaño del santuario de la Virgen de la Peña de Aniés, en la antesala de la cocina. Algunas de las piezas de la vitrina de la izquierda tienen más de 200 años.
Si no fuera por la luminosidad de la estancia, me recordaría la cocina de "Pa negre". Se me hace difícil imaginar que en el S.XXI uno puede vivir sin vitrocerámica. Un saludo.
Si no fuera por la luminosidad de la estancia, me recordaría la cocina de "Pa negre". Se me hace difícil imaginar que en el S.XXI uno puede vivir sin vitrocerámica.
ResponderEliminarUn saludo.
La verdad es que entraba mucha luz por la ventana a pesar de su pequeño tamaño.
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