Mientras paseas plácidamente observando todos los rincones de la ciudad, llegas a un callejón con aires de pueblo. Te llaman la atención las plantas alineadas a lado y lado de la calle, y tu ojos bajan la calle siguiendo el pavimento adoquinado... hasta que tropiezan con la urbana tapa de alcantarilla.
...que en principio no tendría por qué estar mal si el ideólogo de la cosa hubiera pensado con el cerebro en lugar de pensar con las uñas de los pies, y además la hubiera colocado un 'manitas' y no uno que tenía pezuñas en lugar de manos.
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