Ver una mosca cara a cara es toda una experiencia, pero si es una moscarda, aún resulta más excitante. Me recordó la película "La mosca" de David Cronenberg.
Un efecto sedante tiene disfrutar de estas vistas desde el mirador, a 2.190m. de altitud. Encerrada entre las montañas, la mirada es como el agua, intenta escapar siguiendo el curso del valle.