De camino a Sault nos llamó la atención esta torre que coronaba el pueblecito de Simiane-la-Rotonde, visible desde bien lejos. No tenía ni idea de que tendría que pasar a su lado, después de serpentear por calles estrechas del pueblo. A la vuelta decidimos parar para verla de cerca.
Por otro lado, es impresionante lo azul que es el cielo provenzal.