Fue un día intenso. Hacía días que teníamos programado ir a fotografiar el otoño, pero las previsiones meteorológicas de última hora apuntaban a un fin de semana con muy mal tiempo. Aún así desafiamos los pronósticos y salimos a fotografiar el otoño, y afortunadamente los dioses del cielo tuvieron piedad de nosotros y nos dejaron hacer.
Al caer la tarde las nubes bajaron a saludarnos. No sabíamos si acabaría lloviendo.
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