En el viaje de regreso a España decidimos hacer noche en Narbona. Quizás fuera por desconocer previamente la ciudad que no llevábamos ninguna idea preconcebida, y eso contribuyó a que nos encantara este rincón del sur de Francia, tan cerca nuestro. Lo primero que llama la atención es el canal de la Robine que cruza el centro siguiendo el cauce del antiguo río Aude, con sus embarcaciones, sus esclusas y sus flores.
Belle photo, un bel endroit !
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