Caminar por estas oscuras calles empedradas es como regresar al oscuro pasado. Casi se percibe el eco de los pasos, y el de las ruedas de los carruajes contra los adoquines del pavimento. Estamos en Semana Santa, y como en toda celebración religiosa, experimentamos una regresión. Las más antiguas tradiciones vuelven a formar parte de nuestras vidas, aunque sea por unos días.
La foto es de un oscuro callejón de detrás del ayuntamiento y el palacio episcopal de Narbona. No conduce a ningún sitio, sólo al pasado.
Nos vemos en el blog dentro de unos días, en el futuro, cuando pase todo esto.
Jolie photo, une ambiance qui s'y installe, ou bien, tu l'as capturée...
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