Aunque muy altas para ser contempladas con claridad, estas caras no pierden detalle de todo lo que acontece a su alrededor. Me pregunto en quién se debió inspirar el maestro escultor para crear todas estas caras diferentes, que aunque seguramente procedan de la restauración del s.XIX, ya era costumbre en el gótico ornamentar las obras con caras esculpidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario