miércoles, 2 de mayo de 2012

Vidas que penden de un hilo

Una pequeña araña cangrejo acaba de cazar una abeja que le supera varias veces en tamaño. La araña clava sus quelíceros en el dorso del tórax de su presa y le inyecta el veneno paralizante. Mientras le sujeta con los quelíceros, la abeja no cesa de patalear y moverse, cada vez más lentamente. Y todo esto sucede mientras cuelgan de un insignificante hilo. Dos vidas cuelgan de él, aunque en breve una de ellas servirá para que la otra siga adelante.

Otra foto hecha con el Minolta AF 50 f/1.7 y los tubos de extensión de 36 y de 13 mm. Nuevamente muy difícil elegir qué enfocar, así que al final me decidí por el hilo. La imagen no está ampliada, sino que he recortado un poco en ancho para dar formato cuadrado.


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