Esta calor me mata. Yo soy persona de ambientes frescos y húmedos. Los que me seguís en Twitter o en Facebook sabréis que ayer me quejaba de falta de visión fotográfica y culpaba de ello a la calor o a la falta de vacaciones. Y esto fue lo primero que salió de esa tarde improductiva.
La casualidad ha querido que coincidieran dos posts seguidos con puertas antiguas. Además ambas están en la misma comarca, en el Bages, aunque ésta no está en un lugar abandonado sino en el Puig de la Balma. De todos modos no creo que esta puerta se use mucho. Por las rendijas de las tablas se entrevé lo que hay en el exterior, y aunque la madera tenga un aspecto frágil, la puerta inspira seguridad.
Puerta de la ermita de la Mare de Deu del Consol, en la masía La Coma de Monistrol de Calders. Consta la fecha de la fundación, pero no la del abandono.
Tentando la suerte sin protecciones de ningún tipo. Por más que pensemos que controlamos, no estamos solos en el mundo y es posible que otros no controlen, así que no está de más tomar las medidas de seguridad oportunas. No hay que ser tan confiado.
Sin duda los latinos somos los que mejor sabemos comer, y dar de comer. Da igual que sea en la península Ibérica, en la Itálica o en la Helena.
El agua es vital para muchas cosas, no sólo para calmar la sed o regar los cultivos. Todo el planeta depende de ella. Debemos cuidarla y conservarla como si fuera de oro.
En foto urbana soy más de rincones escondidos, callejuelas estrechas y pavimentos de piedra, pero he de reconocer que los espacios modernos dan mucho juego, como esto que podría ser un reflejo pero es una transparencia.
Tras muchos empujones dentro de la cañería, la gota por fin pudo salir y volver a ver la luz.
La Avenida Diagonal de Barcelona cruza toda la ciudad a lo ancho. Aquí estamos justo en el extremo este, y sin los árboles y farolas quizás podríamos ver el extremo oeste.
Hace poco se preparaban platos aquí. Ahora a saber cuánto tiempo pasará hasta que desaparezca cualquier huella del pasado.
Se cuenta que sobre el año 308 antes de Cristo hubo sobre la montaña de Sintra un templo griego dedicado a la Luna. Los celtas llamaban "Cynthia" a la Luna. Cuando los árabes invadieron la península en el siglo VIII llamaron a esta zona "as-Shantara", y construyeron la primera fortificación. Aunque ha sufrido diferentes remodelaciones durante el tiempo, todas después de la reconquista en el siglo XI, se sigue llamando Castelo dos Mouros.
Aunque se reduzcan las ruedas es posible avanzar a buen ritmo, pero hay quien se empeña en recortar el combustible, y así el motor poco se va a mover.
¿Quién dice que no se puede caminar o incluso correr sobre el agua? Claro que con esos pies cualquiera...
El viejo suelo del interior de la casa. Piedras pulidas por miles y miles de pasos durante tantos siglos. Y fuera el moderno cemento, áspero e impersonal, y que quizás ya no esté cuando yo vuelva a este lugar.
Se agradece ver un cielo tan azul a pesar de las amenazadoras chimeneas. Ojalá el futuro fuera tan limpio.
Una madera repleta de clavos en una pared, en lo que podría haber sido un pequeño taller donde se repararon motocicletas. Quién sabe...
El efecto multiplicador del cristal, que puede hacer que una cosa sea más grande que lo que realmente es cuando miras a través, o que los espacios puedan parecer infinitos cuando llenan el mundo de reflejos.
Vas caminando a través de un espeso bosque de pinos litoral, y de repente, poco antes de llegar a la laguna, se abre el espacio y te invade la luz. Es el lugar donde se levantan los cadáveres de los árboles.
Mi padre ha dedicado toda su vida a la ebanistería, y aunque yo ejerzo una profesión que nada tiene que ver con ésta, no puedo evitar pasar suavemente las yemas de los dedos sobre un mueble, o hipnotizarme siguiendo los dibujos de las vetas de la madera. Algo me habrá transmitido en sus genes, quizás.
Son tiempos difíciles y de dura competencia. No puedes despistarte ni bajar la guardia, o te quitan el sitio.
Dentro de una de las dos características chimeneas cónicas del Palacio Nacional de Sintra. De hecho no son chimeneas en sí sino las salidas de humo de las dos estancias en que se divide la enorme cocina del palacio. Aquí podían asar los cerdos y las vacas directamente con la leña en el suelo.
En una sociedad cada vez más poblada, con distancias cada vez más cortas, es cada vez más difícil encontrarse.
Todos sabemos que las palmeras son un penacho de largas hojas que crece sin parar dejando tras de sí un largo y delgado tronco. Por lo tanto esto que estáis viendo aquí no es una palmera doble.
A todo esto las palmeras de la costa mediterránea de la península están siendo diezmadas por un escarabajo rojo que viene de Egipto. Este escarabajo, que es como un gorgojo pero mucho más grande, se alimenta de los brotes de las palmeras y acaba matándolas. ¿Y qué hace aquí un escarabajo de Egipto? Pues preguntádselo al cambio climático.
Hoy hace un sol y una calor espantosos ahí afuera. No hay nada como un trago de agua fresca de un botijo para poder aguantar hasta que el sol nos abandone. Lo que nadie sabe es que el "mecanismo" del botijo para mantener el agua fría es más o menos el mismo que el de un refrigerador.
Cuando nos sentimos atrapados o encerrados, en cuanto vemos una luz sabemos que quizás hay una salida.
Un rincón donde detenerse, depositar el cuerpo y tomar aire. Aún queda mucho camino por delante.
Al final (o al principio) de la Avenida Diagonal de Barcelona hay un edificio que no deja indiferente al transeúnte, con sus 110 metros de altura y afiladas aristas como si se tratara de un enorme cristal que surge del subsuelo de la ciudad. Se trata de la Torre Telefónica Diagonal 00.
Un árbol muerto. Un fantasma de madera podrida que representa el sufrimiento y la agonía.
El final de la "azotea" de la masía del Puig de la Balma, justo debajo del techo natural que cubre toda la edificación. Una maderas puestas de cualquier manera te aconsejan que no des un paso más allá.
Los lugares abandonados generan gran fascinación en los fotógrafos. Las luces, las sombras, las texturas, los objetos de otra época, los espacios muertos que antes estuvieron llenos de vida.
Los corazones que pintó Dele en este edificio afectado por la crisis inmobiliara ayudaron a Susu, su pareja durante 16 años, a recuperarse de las crisis psicóticas que la obligaron a estar interna en un psiquiátrico. Cada día, cuando se asomaba por la ventana, ella encontraba uno nuevo.
La historia: http://www.elperiodico.com/es/noticias/barcelona/una-historia-amor-1290875
El barrio del Poblenou de Barcelona siempre se ha presentado como un motor económico de la ciudad, no desde el ámbito comercial sino del industrial. En un principio fueron naves industriales y viviendas agrupadas como en colonias, y hoy en día, con el nombre cambiado a 22@, son modernas sedes de empresas de telecomunicaciones y coloridos bloques de pisos.
Mientras iba recorriendo las diferentes salas y estancias del Palacio Nacional de Sintra no me dí cuenta de que venían tantos fotógrafos detrás mío. Aquí me dí la vuelta justo cuando salía de la estancia de la parte alta de la capilla. Yo no tenía el día muy fino, así que esta fotografía es la que más me gusta de las pocas que hice de la capilla.
La revolución industrial en Catalunya fue posible gracias al río Llobregat. A lo largo de casi todo su cauce se instalaron industrias y colonias obreras y durante casi dos siglos, a cambio de agua, energía y transporte, vertieron a sus aguas todos sus deshechos. Hoy en día, gracias al esfuerzo de recuperación del medio podemos ver flamencos alimentándose en sus aguas, e incluso una colonia de gaviotas corsas reproduciéndose en un pequeño islote de la desembocadura del río.
Un sistema binario es aquel sistema numérico basado en cifras con dos valores. Un número binario vale 1 ó 0, "sí" o "no". Un sistema trinario igual admite el valor "tal vez"
En la azotea de la masía del Puig de la Balma, en Mura. Y lo de azotea es un decir, porque había una buena cantidad de roca sobre mi cabeza.
Cuando estás atrapado el ingenio te ayuda a encontrar una salida. Sólo tienes que observar, ver de qué dispones, y pensar un poco.
Seguramente les sería muy difícil subsistir lejos de la ciudad. El asfalto, las montañas de cristal y hormigón y las cuadrículas de caminos son su mundo.
No sé si sólo me pasa a mí o es una cosa habitual, pero no veo igual los pasillos que suben que los que bajan. En los que suben sólo veo escalones y mi mirada nunca llega al final. El cambio en los que bajan sólo veo el final y no me fijo en los escalones.
Por cierto que el botón rojo es para casos de emergencia.
Apenas ha pasado un siglo desde las grandes azañas de los pioneros de la aviación, y ahora para nosotros ir de una punta a otra del globo por el aire es tan trivial como sacar a pasear el perro. En 1911 Calbraith Perry Rodgers fue el primero en cruzar los Estados Unidos por el aire, ¡y tardó 84 días! Y hoy la palabra "jet-lag" está en el vocabulario de cualquier persona.
De todos modos, a pesar de la "vulgarización" de la aviación, éste sigue siendo un mundo de levanta fascinación.
La normalidad son las pautas que determina una mayoría. La minoría restante puede aceptarlas o no. Si las acepta por completo, la normalidad se convierte en uniformidad. Y si no, hablaremos de diversidad o pluralidad.
Colgadas en una pared de la alcoba las ropas que vestían a los señores de la casa. No eran las mejores, sino las de cada día, pero en cualquier caso mejores que las de los masoveros.
No valía la pena intentar salvar un lugar condenado al olvido tras cincos siglos de existencia.
Un modesto aposento del Palacio Nacional de Sintra. Más que aposento es una celda donde vivió recluido el rey Alfonso VI de Portugal los últimos años de su vida. De una corta vida de 40 años. El suelo es de aquella época, del siglo XVII.
