La casualidad ha querido que coincidieran dos posts seguidos con puertas antiguas. Además ambas están en la misma comarca, en el Bages, aunque ésta no está en un lugar abandonado sino en el Puig de la Balma. De todos modos no creo que esta puerta se use mucho. Por las rendijas de las tablas se entrevé lo que hay en el exterior, y aunque la madera tenga un aspecto frágil, la puerta inspira seguridad.
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