Un rincón escondido... silencioso... donde sólo pasan los cuatro vecinos y tres palomas. En Tarragona, cerca de la casa sin puerta.
jueves, 9 de febrero de 2012
De paso
Cruzando los inmensos océanos o las extensas llanuras, dejamos huella donde haya vida.
Una simple ida de olla. No hacerme mucho caso.
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Tópicos rotos
Llegué a Montecarlo con la idea preconcebida de que se trataba una ciudad llena de cochazos de lujo y despampanantes y glamourosas mujeres de bandera.
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