Fotografías por placer
Un rincón escondido... silencioso... donde sólo pasan los cuatro vecinos y tres palomas. En Tarragona, cerca de la casa sin puerta.
Cruzando los inmensos océanos o las extensas llanuras, dejamos huella donde haya vida.Una simple ida de olla. No hacerme mucho caso.
Llegué a Montecarlo con la idea preconcebida de que se trataba una ciudad llena de cochazos de lujo y despampanantes y glamourosas mujeres de bandera.