Como si imitaran los raíles que discurren empotrados por las calles de Lisboa, los cables dibujan en el aire los mismos giros, los mismos cruces y los mismos desvíos.
La Sagrada Familia de Barcelona está llena de detalles. Harían falta uno o dos meses enteros para conocer con detalle esta obra, y eso que aún no está acabada. Aquí un detalle de una de las puertas de la fachada de la Pasión.