jueves, 7 de junio de 2012

Telebasura

En el fondo es lo que es. Lo que debería ser una herramienta de difusión de conocimiento y de cultura no es más que un mecanismo de los poderosos para mantener controladas a las masas.


Secretos

Muchos cajones para mantener los secretos alejados de las miradas de los curiosos, cerrados bajo llave. En el Palacio Nacional de Sintra hay muchos "secreters" como éste.

En cuanto a la foto, no hubo manera de mitigar los reflejos de la luz, me pusiera donde me pusiera.


Inter-rail

A veces no sabemos si vamos o volvemos, si marchar o regresar.


El tránsito de Venus y la Ley de Murphy

Desde siempre me ha fascinado la astronomía, y el tránsito de Venus del 2012 es un momento que no me podía perder (ya me perdí el del 2004). Nada podía fallar: la ubicación adecuada, el instrumental fotográfico a punto y un tiempo anticiclónico. Ya tenía pensada la que tenía que ser la fotaza de este singular fenómeno, pero en cuanto salgo de casa a las 5:35 y miro hacia el cielo, aún oscuro, algo me dice que no todo va a salir como me esperaba.

Sobre las 6:05 llego al lugar de observación, el Mirador del Alcalde en la montaña de Montjuïc, un precioso balcón desde el que se domina la ciudad de Barcelona, el puerto, y sobre todo el mar. Vamos, el lugar ideal. Pero unas nubes bajas tapan totalmente el horizonte de manera que ni siquiera es posible distinguir cielo de mar. El sol debería asomar por el horizonte a las 6:18, pero son las 6:19 y pinta mal. La foto que imaginé ya no la podré hacer.

La hora (1/6)

Bien, cruzamos los dedos y esperamos que una ráfaga de viento se lleve las nubes, mientras comento con los colegas allí reunidos que precisamente soñé unas horas antes que no podía ver el ansiado tránsito, aunque en el sueño no era debido a las nubes. Son las 6:24 y la cosa no parece tender a mejorar.

Desespero (2/6)

Pienso que ya que estoy ahí, en cuanto aclare un poco aprovecharé para hacer fotos panorámicas de la ciudad. ¡Pero un momento! Se abre un pequeño hueco en las nubes, justo donde está el Sol, y éste nos enseña un trocito, afortunadamente donde está la silueta del planeta Venus. Son las 6:27 y una gran sonrisa llena nuestras caras.

Asomando (3/6)

El Sol aparece justo por encima de la torre del teleférico llamada "Torre del Mar". Intento hacer alguna composición en que aparezca algún elemento característico de la ciudad, pero el Sol ya está demasiado alto y se vería demasiado pequeño como para apreciar el puntito de Venus. Mientras tanto varias nubes se van cruzando entre mi cámara y el Sol. También alguna gaviota el incluso un avión, pero yo no estaba lo suficientemente atento como para fotografiarlo. A las 6:37 mejora notablemente la visibilidad y hasta se pueden apreciar algunas manchas solares, justo en el momento en que la silueta de Venus toca el borde del disco solar.

Momentazo (4/6)

Por la zona aparece algún despistado haciendo fotos con un iPhone, y yo me pregunto qué demonios le saldrá en la foto. Venus seguro que no, porque a mí con un 200mm me aparece como un triste punto. El entorno se muestra aparentemente normal. Nada hace pensar que Venus, un planeta tan grande como la Tierra, esté eclipsando el Sol. Son las 6:41.

Aparente normalidad (5/6)

Las nubes vuelven a recuperar protagonismo y el Sol comienza a desaparecer y reaparecer en varias ocasiones mientras la diminuta silueta de Venus va abandonando el disco solar. Apenas se aprecia una muesca en la parte superior derecha del Sol. Son las 6:46.

Desenlace (6/6)

Al final el sol vuelve a desaparecer, pero esta vez tras una nube más compacta, y se acabó el espectáculo. Estaba esperando el justo momento en que Venus salía del Sol para convertirse en el lucero matutino, pero en el fondo con mi equipo tampoco lo hubiera podido fotografiar como es debido. Así que empezamos a recoger los trastos, nos despedimos cordialmente, y nos dirigimos a nuestros trabajos, como si no hubiera pasado nada. Bueno, si que ha pasado algo, y es que no debemos dar por perdidas las cosas cuando todo parece llevar a ello. Hay que mantener la esperanza y la ilusión.