Fotografías por placer
¿Quién dice que no se puede caminar o incluso correr sobre el agua? Claro que con esos pies cualquiera...
El viejo suelo del interior de la casa. Piedras pulidas por miles y miles de pasos durante tantos siglos. Y fuera el moderno cemento, áspero e impersonal, y que quizás ya no esté cuando yo vuelva a este lugar.
Se agradece ver un cielo tan azul a pesar de las amenazadoras chimeneas. Ojalá el futuro fuera tan limpio.