El bonito pueblo de Mura, al norte de Barcelona y en pleno parque natural de Sant Llorenç de Munt, tiene una estrecha relación con el agua. Las rieras y arroyos que bajan de la montaña favorecen la presencia de fuentes casi en cualquier rincón.
Desde tiempos inmemoriales el hombre siempre ha querido desplazarse por el aire como los pájaros, y finalmente lo consiguió inventando el globo. Hoy en día, 230 años después del primer vuelo, cuando cualquiera ya puede viajar en avión y hasta el hombre ha pisado la Luna, sigue causando especial fascinación volar en globo.