Con sus 57 metros del altura, ésta llegó a ser una de las torres más altas de Florencia. En una esquina del palacio de Bargello, en su subsuelo había una estrecha prisión, y la torre debe su nombre a Geri di Volognano, uno de sus primeros presos. La campana que había en lo alto se hacía sonar en ocasiones graves, como para llamar a las armas o anunciar ejecuciones, disturbios o levantamientos. Por eso se dice que alguien que habla mal de otro que "ha la lingua lunga come la campana del Bargello; quando suona, suona sempre a vituperio", tiene la lengua tan larga como la campana del Bargello, que cuando suena, suena a insulto.
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Firenze, Toscana (Italia).
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