Cuentan que frotar el hocico del "porcellino" hace que tarde o temprano regreses a Florencia. No sé si habrán vuelto todos los que lo han frotado, pero queda manifiesto el desgaste del bronce desde que a alguien se le ocurrió semejante idea.
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Firenze, Toscana (Italia).
martes, 30 de julio de 2013
Volverá
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