Realmente ha valido la pena arriesgarse a avanzar por los troncos mojados. Aunque la cascada no es tan grande como esperábamos, el lugar es de una belleza indescriptible, y las rocas que lo rodean ayudan a amplificar el ruido del agua que oíamos a lo lejos.
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Ateas de Belabarze - Isaba, Navarra.
[EXIF]
viernes, 16 de octubre de 2015
La cascada
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Al final, el ruido "apareció".
ResponderEliminarpodi-.
Pues sí... y reveló la belleza.
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